La blefaroplastia es un procedimiento de cirugía estética para corregir las imperfecciones de los párpados que hacen que los ojos parezcan cansados, envejeciendo el aspecto de la cara y a veces interfiriendo en la visión.
Este procedimiento consiste en la extirpación quirúrgica del exceso de piel y grasa localizada en los párpados superiores e inferiores (blefaroplastia inferior y blefaroplastia superior) y en la recolocación de la ceja caída.
¿Por qué una blefaroplastia?
A medida que envejecemos, puede aparecer un exceso de piel en la zona de los ojos, provocado por la falta de elasticidad, que conduce a la formación de arrugas y pliegues perioculares. Esto hace que los ojos parezcan «viejos», favorece la aparición de arrugas y da un aspecto de cansancio permanente. Algunos factores genéticos, junto con la dieta y el estilo de vida, pueden hacer que estos síntomas aparezcan de forma prematura incluso en personas no ancianas. La cirugía estética ocular puede devolver la frescura y el tono a los párpados, dando como resultado una mirada más joven y vibrante.
¿Quién puede someterse a una blefaroplastia?
La blefaroplastia está indicada para las personas cuya piel ha empezado a mostrar signos de flacidez, pero ha conservado una buena elasticidad. Las condiciones, tanto estéticas como funcionales, para las que la blefaroplastia es ideal son:
- Párpados superiores caídos
- Piel de los párpados superiores que pierde su elasticidad, cayendo sobre las pestañas e impidiendo su visibilidad
- La ptosis de los párpados, cuando es muy pronunciada, puede reducir el campo de visión. En esta circunstancia es aconsejable considerar la cirugía de blefaroplastia, no sólo por razones estéticas, sino también por razones funcionales
- Mirada apagada y triste, con un aspecto permanentemente cansado
- Hinchazón de los párpados superiores o inferiores (bolsas comunes)
- Orientación hacia abajo del rabillo del ojo
- Cejas demasiado cerca de la apertura del ojo
- Corrección del párpado oriental, que en algunos pacientes de origen asiático puede ser demasiado pronunciado
Por lo general, las personas mayores de 35 años solicitan este procedimiento de rejuvenecimiento ocular, mientras que los pacientes más jóvenes suelen solicitarlo debido a factores hereditarios. Sin embargo, no hay límite de edad para la blefaroplastia.
La anatomía personal y la calidad de los tejidos propios son elementos que determinan la diversidad de resultados de cualquier procedimiento de cirugía estética. Por eso es muy importante una reunión previa con el cirujano:
Blefaroplastia superior
La blefaroplastia superior es una operación limitada a los párpados superiores y, por tanto, tiene como objetivo eliminar el exceso de piel y grasa que se ha formado en la parte superior del ojo. Esta operación implica una incisión, cuya cicatriz se sitúa en el pliegue del párpado y, por tanto, no suele ser visible. Además, los párpados tienden a formar cicatrices que se reabsorben fácilmente. La duración de una blefaroplastia superior suele ser de 20 a 30 minutos.
Blefaroplastia inferior
Si la antiestética de los párpados se debe principalmente a la protuberancia del párpado inferior, se puede recurrir a la intervención de blefaroplastia inferior, que consiste en la eliminación de los depósitos de grasa y posiblemente de una porción muy pequeña de tejido. Se realiza una incisión en el borde subciliar, a través de la cual se remodelan las tres bolsas de grasa situadas en esta región, el exceso de piel y el músculo. Las cicatrices en este caso están a lo largo de las pestañas y normalmente son insignificantes. La duración de la blefaroplastia inferior, al igual que la superior, no suele superar los 20-30 minutos.
Por supuesto, la blefaroplastia superior e inferior pueden combinarse entre sí.
Tratamiento postoperatorio
La mayor molestia de la blefaroplastia es la presencia de parches que cubren las incisiones, pero en la mayoría de los casos, el ojo no se venda y el paciente puede ver. Junto con un colirio para mantener el ojo lubricado, se prescriben antibióticos para prevenir la infección y analgésicos para tomar si es necesario.
Se recomiendan unas sencillas normas de comportamiento para favorecer una buena cicatrización y aprovechar al máximo el periodo posterior a la blefaroplastia, por ejemplo:
- Higiene ocular
- Uso de gotas para los ojos
- Mantenga la cabeza elevada y duerma con dos almohadas durante al menos una semana
- No forzar la vista (televisión, lectura, etc.)
- No beber alcohol
- No utilice lentes de contacto hasta que esté completamente curado.
- Salir preferentemente con gafas oscuras
- No se exponga al sol
En general, las actividades normales pueden reanudarse al cabo de una semana, evitando los esfuerzos. Después de tres semanas, el deporte puede reanudarse gradualmente. El resultado, la duración de la operación y el postoperatorio pueden variar en función de cada paciente.
Resultados de la blefaroplastia
La cirugía estética de párpados es un procedimiento quirúrgico bastante sencillo. Cuando la blefaroplastia es realizada por un especialista, en instalaciones autorizadas, los resultados son en la mayoría de los casos muy satisfactorios. Sin embargo, se trata de una auténtica intervención quirúrgica, en la que las complicaciones (hemorragias, infecciones) son raras, pero sólo pueden producirse y resolverse fácilmente si se ha consultado a un profesional competente. Este procedimiento tiene un alto grado de satisfacción: el paciente que se somete a la blefaroplastia podrá beneficiarse de la eliminación de las imperfecciones denunciadas pocos días después de la operación. El proceso de cicatrización es gradual: la hinchazón postoperatoria normal disminuye en un par de semanas, las cicatrices se vuelven cada vez más finas y se desvanecen gradualmente hasta que se vuelven estéticamente irrelevantes.
Con esta operación será posible tener un rostro más descansado y sereno y resolver cualquier problema funcional ligado a estas imperfecciones, mejorando así el aspecto, la calidad de vida y, por último, la autoestima. Los resultados perduran en el tiempo, pero en cualquier caso están relacionados con el estilo de vida, la exposición al sol, la herencia y, obviamente, el envejecimiento.
Esta información se refiere al caso medio, pero puede variar en función de las características de cada paciente.